viernes, julio 06, 2012

Invisible, Pescado Rabioso y en general toda la música de su factura, inspiran a cualquiera que alguna vez haya encontrado esa combinación maravillosa de acordes, que sacan la inspiración necesaria desde la melodía a la poesía. En eso el maestro Luis Alberto Spinetta hizo una escuela en toda latinoamerica. Esa aula infinita que sin querer aprendí a seguir, desde la vez que mi tío Mario Arturo, fallecido en Brasil, me mandó esa primera guitarra de nylon por avión que aún conservo con amor junto a un buen disco de Boston. Que mejor que disfrutar la música de Luis junto a Gustavo Cerati, dos creadores argentinos de canciones inolvidables, que a tanta gente han hecho soñar en un mundo mejor y más entretenido, plagándonos de frases tonales con sustancia. Que mejor que recordarlos como bandas eternas de nuestra historia.