domingo, agosto 26, 2007

Desde mi notebook, en casa, en cama, comienzo a publicar mis ideas. Mi teclado se está infectando con esta gripe provocada por mi hijo. Así es. Creo que voy a parar para seguir durmiendo e intentar recuperarme.
Mañana no iré a trabajar. Tengo licencia y estoy muy enfermo. Y tengo tanto trabajo que hacer. Las páginas de espectáculos en el Mercurio de Antofagasta este domingo, la Radio Digital de El Mercurio y sus noticias de lunes a viernes, el portal del Colegio Médico Regional Antofagasta www.portadamedica.cl, la programación musical de Radiomédica Online automatizada, mi myspace music, mis clases, todo deberá detenerse por esta fiebre.
Me puse un chulo boliviano para abrigarme el cráneo y deberé retirarlo. Mi esposa es mi gran ayuda. Ella también esta tosiendo deberá partir al médico. Mi casa es un hospital. Sebastián mi hijo de 7 años estudia a pesar de su resfrío de dos semanas. Todos tomamos medicamentos para esta gripe fuerte, más molesta que la humedad y el frío de La Niña que se cierne sobre nuestra ciudad.
Ahora la estufa eléctrica y el jazz suave en mp3 en mis oídos me acompañan entre las sábanas, junto al antibiótico oral y la penicilina con benzatina suministrado en la clínica Antofagasta que me recorren el cuerpo.
Ya no puedo parar de estornudar y el papel higiénico para sonarme se agota rápidamente.